Buscaré tesoros

Hace años que Coca Cola está afectada por el ruido de la obesidad infantil, el azúcar, etc. El caso de KO es muy diferente del de 3M, una empresa industrial que necesita de constante innovación y tecnología.

El producto de Coca Cola es casi igual desde hace cien años, tiene un poder de marca muy superior. Las empresas no son eternas, pero desde luego me sorprendería que KO no esté ganando más dinero que ahora a diez años vista.

Dicho esto, 3M me parece una inversión interesante, no es un negocio tan bueno, pero sigue siendo una empresa rentable. Hace cinco años era lo más, a P/E 25, ahora con menor crecimiento y los temas legales, puede ser un buen momento, aunque no le veo la visibilidad y seguridad de KO.

Un negocio “tesoro” ahora mismo es Visa.

Su principal problema es que es tan tan buen negocio, que empresas de enormes recursos deben estar pensando constantemente en cómo llevarse una parte del pastel.

No sé si hay otros negocios con un 51% de margen neto. Una empresa que genera un flujo de caja libre de más de 18B en 2022, y que no necesita ni invertir 1B para mantener su negocio y crecer.

Una empresa que cada año dispone de una enorme cantidad de dinero que no tiene necesidad de reinvertir. Puede dedicarlo a:

  • Adquisiciones: si es capaz de encontrar algo que pueda mejorar su tecnología, por ejemplo.
  • Pagar dividendos: De los más de 18B, sólo 3.2B van a dividendos.
  • Recomprar sus propias acciones: Aquí es donde destina la mayor parte de su flujo de caja actualmente, habiendo reducido significativamente el número de acciones en circulación en los últimos años.

Proporciona un ajuste automático contra la inflación, ya que si suben los precios, el porcentaje de comisión que se lleva recoge dicha subida.

Como he dicho, es tan extraordinaria, que lo considero su principal problema. Empresas tecnológicas pueden sacar innovaciones que reduzcan el uso de tarjetas de crédito, como pasa con Tencent en China, en los que el consumidor paga directamente desde WeChat. Los pagos representan un pastel muy jugoso.

En el mundo todavía existen muchas transacciones en efectivo, así que sigue habiendo espacio para crecer. Veremos quién va capturando esta oportunidad, pero Visa está ahora mismo posicionada para aprovecharse.

6 Me gusta

Hace un tiempo que reflexiono sobre este concepto de encontrar tesoros. ¿Es un tesoro si todo el mundo lo ve de una manera obvia?

Si todos pueden ver la calidad de la empresa, algo que parece relativamente sencillo, el precio también será fijado en consecuencia, con lo que el tesoro será valorado como tal.

Deberá seguir siendo un tesoro durante largo tiempo para compensar el precio que has pagado. Y eso implica que estás teniendo una ventaja, ya sea temperamental, de información u otro tipo, que te permite llegar a la conclusión que tú ves una incorrecta interpretación del precio porque eres capaz de ver cierta evolución futura, y la mayoría no. Esto suena arrogante, y quizás lo sea.

Por eso no se pueden encontrar tesoros con frecuencia. Una anomalía es por definición una rareza o una singularidad; y el cazador de tesoros está condenado a permanecer agazapado cual cazador paciente, en ocasiones durante bastante tiempo.

El último tesoro que pude encontrar en bolsa española fue Inditex. No creo que fuera una ventaja de información, pues todo el mundo puede echar un vistazo a las cuentas anuales, si no más bien temperamental, de no dejarse arrastrar por el miedo y lo que repite mucha gente.

Inditex fue golpeada por el covid y decidió un cambio de estrategia, dedicándose a cerrar algunos establecimientos y apostando por las insignia como tiendas físicas y “centros logísticos” para las ventas online.

La empresa de Arteixo contaba con una enorme cantidad de dinero en caja, que me llevó a pensar de la siguiente manera:

  • Si las cosas se ponen muy feas, Inditex cuenta con mayores recursos financieros que sus competidoras.
  • Si comienzan a caer este tipo de empresas, por la competencia y por la dificultad de resistir un entorno covid y post-covid, las que queden en pie por tener mayor fortaleza existirán en un mundo con menos rivales.
  • Si hay menos rivales, la crisis te permitirá salir reforzado y ganar cuota en un mercado muy fragmentado (la cuota de mercado de Inditex debe ser del 2-3%).

Así que la conclusión era que merecía la pena apostar pese a la incertidumbre. Y la cosa funcionó, más que duplicando una posición de tamaño medio-alto en mi cartera, y con un “yield on cost” del 7% este año (hubo personas que vendieron porque recortó el dividendo). Y lo mejor es que pinta que el negocio puede seguir funcionando bien bastantes años.

¿Tuve suerte? Por supuesto. En la inversión nunca hay certezas. Buscar tesoros es como jugar al póker, vas fuerte cuando tienes una mano con buenas probabilidades, pero siempre puede salir mal. Lo que sabes es que si juegas ciertas manos que juzgas favorables con un mínimo de fuerza, a la larga debería irte bien.

El mayor error de inversión que he tenido hasta ahora ha sido WBA. Cuando compré WBA no era un tesoro. Ya era una empresa en problemas, con deuda y cuya dinámica competitiva no comprendía. ¿Por qué la compré? Pues porque llevaba X años subiendo el dividendo y se veía barata. Esto es un aviso para los que se obsesionan demasiado con los dividendos.

Podría haber tenido suerte, y si WBA hubiera salido bien, ahora podría hacer una tesis similar a la que he hecho con Inditex a posteriori. Sin embargo, siendo crítico, mis criterios de compra no fueron lo sólidos que deberían haber sido. Y tras una caída del 70%, me salvó el hecho de que al no tener ese convencimiento, puse poco dinero. Inditex podría haber salido mal, pero si trato de examinar con ojo crítico lo que hice, pienso que fue un ejercicio mejor realizado, con mayor conocimiento, y con unas probabilidades más claras. A pesar de todo, he dejado WBA ahí. No la he vendido y anda como un cadáver errante en mi cartera.

Actualmente veo muy buenas empresas en bolsa, pero no me atrevo a decir que son tesoros porque no veo un precio que me parezca una ineficiencia. Me gustaría tener la oportunidad de comentar por aquí cuando vea un caso que me parece atractivo, aún con el riesgo de equivocarme y quedar como un fantoche. Creo que puede ser un buen ejercicio de autocrítica y honestidad intelectual.

Pero también sé que no encontraré oportunidades con frecuencia, porque tienen que tener unas características que no se dan a menudo (comprendo bien los pros y contras de la tesis, y yo pienso que hay una eficiencia en el precio y otros no lo ven así, con lo que estimo probabilidades a favor).

Imagino que esta racha alcista se acabará más pronto que tarde, y quizá entonces me vea con el tesón de apostar fuerte por algo. Mientras tanto, lo que ya tengo proporciona sus frutos, y voy reinvirtiendo los dividendos sin hacer aportaciones significativas.

En otro post me gustaría tratar sobre un enfoque no únicamente basado en fundamentales para encontrar tesoros. Algo así como “surfear la ola con fanáticos inteligentes”.

11 Me gusta

Joshua Bell tocó un Stradivarius de 3 millones en el metro de forma gratuita y la gente pasó del tema. Solo recaudó un puñado de dólares. Días antes había colgado el cartel de sold out con entradas de cientos de dólares.

Normalmente la gente corriente y moliente tenemos cierta sensibilidad de discernir entre lo mediocre, lo malo y lo bueno. Pero hay que estar entrenando para poder diferenciar lo sublime.

En los negocios pasa igual. Solo que a toro pasado todos somos Manolete. Lo que era un tesoro nadie sabe verlo, solo después décimos “estaba claro”.

Lo bueno es que no se necesita buscar tesoros en el proceso inversor. Simplemente se deben comprar realidades. En el momento en el que “tienen que pasar cosas” para que una idea salga bien, entonces estás especulando, no invirtiendo.

10 Me gusta

¿Un poco la diferencia entre el value y el growth? No hablo ya del deep value chusquero.

1 me gusta

La mayoría de personas que tienen unos conocimientos básicos de finanzas saben distinguir un negocio malo de uno bueno. Cualquiera puede mirar las cuentas de Apple, Microsoft o Visa y ver que son infinitamente mejores que las de Volkswagen. Las primeras son unas máquinas generadoras de caja con balances más que saneados, y la segunda, no.

Como cualquier persona que mire las cuentas puede ver eso, los precios suelen ajustarse al alza en ese tipo de negocios. La dificultad reside en tener una cierta seguridad de que eso seguirá así al menos durante un tiempo, para compensar ese precio que pagas de más. Y es complicado, porque el precio de mercado es un consenso que suele valorar bien las cosas, excepto en situaciones anómalas provocadas por miedo, ventas forzadas o incertidumbre. El capitalismo es altamente competitivo, y las empresas, por muy buenas que sean, no pueden dormirse. Lo que hoy es un buen negocio, puede no serlo en una década.

La mayoría de personas pueden comprar un índice y, si son psicológicamente fuertes y van aportando sin preocuparse, van a obtener la rentabilidad de mercado que ha sido, históricamente y a largo plazo, muy buena.

La emoción de buscar unos pocos tesoros reside en tener algo que rinda más que la media de mercado.

Se puede ganar dinero de diferentes maneras, observando lo que han hecho inversores de éxito a lo largo de muchos años.

Tenemos el enfoque “Howard Marks”, que ha hecho alrededor de un 20% anual durante muchos años comprando deuda de empresas en situaciones complicadas, catalogadas en el primer tramo de “deuda basura”. Él se ha especializado en ese sector precisamente por ser poco conocido, y despreciado por la mayoría de gente por ser tratado de basura. Lo que determina su retorno no es la “calidad” de la empresa, si no un precio anormalmente bajo.

Por poner un símil, puedes ganar mucho dinero con un piso horrible en un barrio lamentable si lo compras a un precio ridículo.

Considero este enfoque delicado para el inversor particular, porque no puedes mantener demasiado tiempo este tipo de empresas, te fuerza a una venta más o menos rápida y pagas impuestos en caso de que haya ido bien. Creo que también requiere un análisis más complejo.

El otro enfoque es el de la “calidad”, seguido por ejemplo por Munger o Nick Sleep. Tratas de buscar unos pocos negocios excepcionales en los que puedas estar invertido muchos años, con unos retornos más elevados que la media. Aquí la dificultad consiste en conseguir un precio razonable, ser capaz de entender el negocio/sector para tener visibilidad durante unos años, pues las cosas tienen que ir bien un tiempo para compensar esa prima de precio que pagas.

Como podrá objetar el lector crítico, este enfoque también tiene sus dificultades. ¿Cómo sabes que algo va a ir bien durante digamos, una década? Eso es algo muy complicado, y no hay certezas. Puedes pensar en probabilidades.

Pero para aquel inversor que ame lo que hace y que sea capaz de tener una disciplina y juicio superiores a la media para buscar esos pocos tesoros, la recompensa vale la pena. Unos puntos porcentuales de más representan una diferencia significativa con el paso de los años.

Además, con unas pocas oportunidades así a lo largo de una vida, si inviertes con una cierta convicción (peso importante de la cartera), te has pasado el juego. No necesitas más. ¿No es algo bello y tentador?

6 Me gusta

Voy a aprovechar el hilo para hablar de un par de empresas consideradas de calidad. Nike y Google. Comienzo con la primera.

La acción de Nike ha pasado de unos 177 dólares en 2021 a los 84 en el momento que escribo estas líneas. ¿Es una ganga?

En el reciente informe 10-K podemos ver que ha generado unos 4.900 millones de dólares de flujo de caja libre. La empresa cotiza hoy a $126B, así que son casi 26 veces beneficio. Pero es que además no estoy restando las considerables stock options, con lo que el ratio real es aún peor.

Nike no ha crecido en 2024. En mi opinión, la empresa se ha burocratizado y ha traicionado el espíritu que Phil Knight transmite en su libro Shoe Dog (Nunca te pares). Aquellos emprendedores iconoclastas jamás habrían contratado una consultora para elaborar su estrategia. ¿Quién demonios va a conocer mejor la empresa y el consumidor que un puñado de frikis obsesionados con los negocios y el deporte? ¿Recordáis los mandamientos publicados por Nike y Phil Knight?

No obstante, pienso que Nike tiene una fuerza de marca enorme, y que si rectifica esas estupideces y trata de volver a sus raíces, puede recuperarse, y construir un negocio que vaya bien muchos años. Los mejores atletas del mundo, los más icónicos, los que más duro trabajan, deben vestir Nike en la medida de lo posible. “We honor athletes”. “Yesterday you said tomorrow”.

Así que pienso que Nike va a salir bien, pero el precio actual es alto, no me parece un tesoro u oportunidad única. Hay que crecer bastante y durante años para que compense. La fortaleza para mí, es que si ejecutan bien, si siguen construyendo su marca patrocinando a los mejores y asociándose con los valores más profundos del deporte (superación, sacrificio, esfuerzo, grandeza, victoria) veo a Nike siendo una empresa icónica de aquí a 20 años. La visibilidad a largo plazo debería ser su punto fuerte, y creo que ese es el motivo de que cotice a esos múltiplos.

La segunda empresa que quería comentar es Google. Compré Google a finales de 2018 y hoy en día es un x3.5, así que me ha ido razonablemente bien. Sin embargo, me resulta complicada la parte de visibilidad futura. Me explico.

Google era el motor de búsqueda por excelencia. No había nada mejor, ninguna manera de obtener la información más ordenada, o al menos, eso es lo que me parecía. Pero como toda empresa que se vuelve mastodóntica, se enfrenta a burocracia y a la pérdida de capacidad innovadora. Eran los que estaban mejor posicionados para sacar herramientas tipo ChatGPT, pero se han dormido en los laureles. Como dijo Eric Schmidt, en algún momento, el hecho de que el trabajador no se estresara demasiado pasó a ser más importante.

Hoy en día cada vez estoy realizando más búsquedas con ChatGPT y Copilot, búsquedas que antes hacía en Google. Les pregunto cualquier tipo de cosa, desde los acontecimientos históricos más importantes de Turquía, las ideas clave de Thomas Sowell, los principios fundamentales de la biología, cómo preparar un café de la mejor manera o si la zona verde o azul está vigente los domingos. Me proporciona la información estructurada y resumida, y no tengo que estar abriendo webs para buscar lo que necesito.

Estoy seguro de que Google puede sacar algo parecido con Bard, pero de momento se han quedado atrás, y han permitido que ChatGPT o incluso Copilot se metan en la cabeza de la gente.

No voy a vender mi inversión porque apenas toco mi cartera, llevo una buena plusvalía y pienso que Google tiene oportunidades para resarcirse y sigue siendo una máquina generadora de Cash, pero veo una competencia que antes no veía. Mi impresión es que su ventaja competitiva ha disminuido, y cotiza a un múltiplo muy alto. El tiempo dirá.

19 Me gusta