A mí me pasa algo parecido a lo que dicen born-to-run, Juanvi, miguel_angel_sanz y algún otro.
No soy físico ni experto en clima, pero sí ingeniero y creo que tengo conocimientos suficientes como para aseverar que el sistema atmósfera-océano del planeta Tierra es tan extraordinariamente complejo que el simple hecho de afirmar categóricamente que el supuesto calentamiento global de las últimas décadas es debido, “de forma incontrovertible”, al ser humano dice muy poco de quien lo afirma y de su entendimiento del método científico.
La ciencia no debería tener nada que ver con la corrección política. Cuando, como en este caso, se mezcla ciencia y corrección política (que, no lo olvidemos, es la dictadura de nuestro tiempo) yo me echo a temblar.
No penséis que soy alguien a quien no le importa el medio ambiente. ¡En absoluto! Me considero un tío austero y poco consumista. Creo que ésta es la mejor forma de poner nuestro granito de arena para cuidar el medio ambiente. Intento consumir poca energía, poca agua y colaborar con el reciclaje de residuos lo más que puedo (aunque en esto me temo que hay algo de cuento y que en realidad sólo sirve para que alguna que otra empresa tenga unos buenos ingresos sin apenas aportar valor añadido). Estoy convencido de que mi huella ecológica es inferior a la del 95% de los calentólogos, empezando por Al Gore y siguiendo por Bill y Hillary Clinton, por el doctor en economía y por George Soros.
Me toca mucho las narices la dictadura de lo políticamente correcto. No soporto la hipocresía. No soporto, por ejemplo, que un tío que va al FIB en Falcon, con la que contamina eso, quiera subir los impuestos al gasóleo o a los coches de gasóleo, cuando no hace tanto nos decían que eran los coches que menos contaminaban.