La mitad de los gestores de carteras de fondos mutualistas estadounidenses no invierten ni un solo centavo de su dinero en sus fondos, según datos de Morningstar
…
A los médicos no les gusta morir como al resto de nosotros. Lo que es inusual en su caso no es la gran cantidad de tratamientos que reciben en comparación con la mayoría de los estadounidenses, sino los pocos a que se someten. Pese a todo el tiempo que pasan ahuyentando la muerte de otras personas, tienden a estar bastante serenos cuando afrontan la suya. Saben exactamente lo que va a ocurrir, conocen las opciones y por lo general tienen acceso a cualquier tipo de atención médica que pudieran querer. Pero se van tranquilamente.
…
Hay una postdata interesante titulada “Breve historia de por qué el consumidor estadounidense piensa de la forma en que piensa” y que supongo explica lo de “El sueño americano” (Su auge y su caida: “Lo llaman sueño americano porque tienes que estar dormido para creertelo”)
Habla de los cambios tras la 2ª Guerra Mundial:
Los beneficios son compartidos de una forma más equitativa que nunca.
…
La característica definitoria de la economía de los años cincuenta es que el país se enriqueció haciendo que los pobres fueran menos pobres.
El salario medio se duplicó entre 1940 y 1948, y para 1963 había vuelto a doblarse.
Y esas ganancias beneficiaron sobre todo a aquellas personas que llevaban décadas quedando rezagadas. La brecha entre ricos y pobres se redujo en una cantidad extraordinaria.
…
En cuanto al 1 % superior, los verdaderamente ricos y los ricos, su porcentaje sobre los ingresos nacionales totales, después de impuestos, había descendido en 1945 de un 13 % a un 7% en 1955.
Esa no fue una tendencia a corto plazo. Entre 1950 y 1980, los ingresos reales del 20 % de los más pobres crecieron en una cantidad casi idéntica del 5 % de los más ricos.
…
La mayor diferencia entre la economía del periodo 1945-1973 y la del periodo 1982-2000 era que el mismo valor de crecimiento había ido a parar a unos bolsillos totalmente distintos.
…
Entre 1993 y 2012, el 1 % más rico de la población vio como sus ingresos aumentaban un 86,1 %, mientras que el 99 % más pobre obtuvo solamente un crecimiento de un 6,6 %.