Las reglas de juego son inmorales y el que se adapta voluntariamente a ellas, también. Uno debe tener el coraje suficiente de decidir que leyes son justas o no, cuales son razonables y cuales no, cuales van a favor de lo productivo o lo improductivo.
Dónde quedó el honor y la razón individual de los hombres?
Tenemos media población española de blandengues, que a la mínima se escudan en leyes arbitrarias a la voz de ‘mis derechos, mis derechos’.
Gente dormida que lo único que desean es que llegue el día 30 y ‘que les paguen’.
Deberíamos recordarle que lo de las paguitas es una cosa moderna de hace solo 40 años, si acaso. Durante milenios cada uno ha luchado por buscarse sus habichuelas.
Se está tomando como normal y como ‘de siempre’ el ganar dinero sin ser productivo. Todo es mentalidad y personalidad de cada uno, como el que devuelve el dinero o el que no lo hace cuando te dan el cambio mal en una tienda.
Por suerte aquí nos reunimos los mejores. Lo que hay fuera, da miedo.
Debate sobre funcionarios y sistema público movido al hilo dedicado