Quién haya malgastado algo de su tiempo en leerme alguna vez sabe que no es ilusión lo que me despiertan los Italianos, así que el dolor que me producen este tipo de comparativas es superlativo. Y creo que con decisiones como esta, la de nombrar presidente de cualquier intento de recomponer el “roto” que nos ha causado/está causando esta pandemia a Patxi Lopez, España SÍ está un poco más cerca de verse en la obligación de pedir un rescate.
Este buen hombre, porque seguro que es buena persona, está en su derecho de mirar por llevar un sueldo a su casa todos los meses, pero no a costa de malgastar recursos de todos en llevar a cabo una pésima gestión en un órgano que casi se podría apostar sin miedo a error que no alumbrará ninguna solución inteligente, practica, realista y que proporcione respuesta adecuada al problema que nos acucia. Y que conste que la pésima gestión no la va a llevar a cabo por malas intenciones, simplemente será fruto de su ya demostrada incapacidad.
Tampoco creo que haber puesto a Ana Pastor, que era la opción propuesta por el otro bloque, hubiese sido la solución a nuestros males. Cualquier solución debería pasar por apartar su gestión de las manos de los políticos y eso, por desgracia, es ciencia ficción.
Es como el día de la marmota, las mismas caras para todo, marear la perdiz una y otra vez con los mismos. Da igual que se trate de reconstruir, como que se trate de inventar o de vender motos, parece que miran al “almacén” y … “pepe, busca uno que no esté muy de mierda hasta los ojos últimamente y ponlo presentable que hay montar otro paripé”.
Ni por un momento se les pasa por la cabeza lo de buscar a una persona ajena a la política y que haya demostrado capacidad y valía en la empresa privada que es dónde verdad se da la cara.
Estamos condenados con esta gente. Y si al final se tiene que recurrir a un rescate, lo peor que nos podría pasar no sería el rescate en sí, sino que nos lo diesen sin condiciones.
Un saludo.