Por partes que dijo el amigo Jack …
Tranquilo, para nada me lo he tomado así. Te suelo leer y generalmente coincidimos bastante en las ideas que sueles exponer.
A lo que iba yo era a que, no siempre se cumplía eso que ponías de que siempre a la gente le pagan lo que otros creen que vale su trabajo. Yo, aunque seguro que no a tantos como tú , algún empresario he conocido también y del mismo modo que “Ansar” con su catalán, en la intimidad, te reconocen que aprietan lo que pueden, a sabiendas de que a algunos habría que pagarles más por lo buenos que son en lo suyo.
Y aquí es dónde viene lo que yo comentaba, que pedir sabemos pedir todos, pero saber cuándo estás en disposición de poder pedir no sabe verlo todo el mundo. Y aquí es dónde la “culpa” de no cobrar más también se le puede achacar al propio trabajador que no es consciente de hasta dónde puede exigir en función de lo que desarrolla. No obstante, creo que estos casos serían los menos. En muchos de los casos coincidimos en que se les paga de más teniendo en cuenta cómo desarrollan su labor.
Tampoco hay que caer en cinismo fácil con el tema. Creo que, salvo muy contadas excepciones, podríamos estar de acuerdo en que todo empresario intenta pagar lo menos posible en salarios. Pero no porque pretenda una cruzada en lo personal contra sus asalariados, sino porque ese gasto, el de los salarios, el lo ve como una partida más de gasto de su negocio, como lo puedan ser los gastos de luz y de agua, y del mismo modo que buscará apagar las luces cuando no sea necesario que estén encendidas o tener un sistema o proceso eficiente en el gasto eléctrico y de agua buscará también que la partida del gasto salarial sea lo más baja posible y al mismo tiempo le produzca el mayor rendimiento posible. Sin más, puro negocio. Si mañana Antonio se levanta a desayunar y se resbala al pisar el ejemplar de Le Monde del día anterior que dejó en el suelo del salón en el que desayuna y fruto del golpe aprueba un nuevo decreto ley por el que elimina todas las cargas sociales a los empresarios, estos no van a trasladar todos esos importes a los salarios por mucho que sepan que algunos de sus empleados merecen más de lo que cobran actualmente. Podrían a lo mejor hacer un sacrificio y destinar una pequeña parte, eso con suerte, y seguramente no a todos, y lo mas seguro es que pidieran que dicha modificación impositiva se hiciera en secreto para poder seguir pagando lo mismo sin que nadie les diera el tostón con lo que dejan de pagar en impuestos.
Que sí, que la idea sabemos la que es, que no se puede ir por la vida llorando siempre las penas a los demás sin al menos antes pararnos un momento a pensar que está en nuestra mano para intentar cambiar la situación, pero que tampoco los empresarios son, por mucho que arriesguen, pobres hermanitas de la caridad abocados a explotar al personal porque no tienen otro camino.
Un saludo.