La cartera de Bass

Decía Forrest Gump que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar. Ya lo creo que es así.

Cuando acabé los estudios, encontré trabajo rápidamente. Tuve suerte , era un buen trabajo, bien págado y con prestigio social. Pronto vinieron los ascensos. Era un winner, la envidia de mis amigos y el orgullo de mis padres.

Sin embargo, esto era de cara al exterior. La realidad es que yo no estaba bien, tenía un estrés terrible y algunos días eran un auténtico suplicio. Me sentí muy identificado con lo que contó enormepiedraredonda en su blog.

Los ascensos fueron siempre en contra de mi voluntad (literalmente). Dos veces incluso me resistí a que me ascendieran. Si os contara lo que me pasó en esas dos ocasiones fliparíais: había que ascender por huevos.

Pronto empecé a pensar en alternativas a mi trabajo. El problema es que no era fácil encontrar un trabajo parecido al que tenía (y no digamos mejor). Nadie hubiera entendido que me fuera a “cualquier sitio”. La presión social es fuerte.

Pensé en opositar, pero con el desgaste psicológico que tenía me era imposible después ponerme a estudiar. Dando vueltas encontré la inversión en dividendos.

En el año 2013 empecé a comprar acciones. Siempre he sido una persona más o menos ahorradora y como mi salario era muy bueno, ya disponía de una cantidad importante en el momento de empezar con las compras. Decidí invertir una décima parte al año del ahorro que ya tenía, más una cantidad similar de ahorro nuevo cada año que también invertiría. En diez años habría comprado acciones por el doble del dinero que tenía en ese momento, más la reinversión de los dividendos. Tenía 35 años, a los 45 podría marcharme. Ya tenía un plan.

Decía Mike Tyson que todo el mundo tiene un plan hasta que le sueltan el primer puñetazo en la boca. A mi la vida me soltó una buena hostia en los morros. Yo sabía que el estrés me tenía que salir por algún sitio y vaya si me salió. En el verano de 2015, con 37 años, dos años después de empezar mi plan, me diagnosticaron una enfermedad muy grave, de esas que te llevan al otro barrio con mucha frecuencia. Os ahorraré los detalles. Solo os diré que no hay nada peor que pensar que tus hijos (eran muy pequeños) se iban a olvidar de ti, literalmente.

En la primavera de 2016 mi empresa presentó un ERE con medidas voluntarias para toda la plantilla. Querían reducir los gastos de personal. Una de las medidas era la posibilidad de acogerse a una baja incentivada con una indemnización superior a un despido improcedente. Yo estaba todavía de baja médica y aunque la recuperación no iba mal, tampoco las tenía todas conmigo. Decidí coger el dinero, si fallecía mi familia recibiría una herencia mayor y si lo superaba ese dinero me ayudaría con las inversiones. De todas formas, no tenía ganas de volver a mi anterior puesto de trabajo.

A finales de 2016 me dieron el alta médica. Me había ido del trabajo de manera voluntaria pero como fue dentro del marco de un ERE, tenía derecho al desempleo. Cobré el desempleo hasta finales de 2018. Desde entonces vivo de mi patrimonio.

Afortunadamente ahora estoy bien y sin secuelas, pero os podéis imaginar que ha habido momentos muy regulares. Creo que comenté en una ocasión con @Estagirita que no tenemos asegurada ni la siguiente bocanada de aire, podéis tenerlo claro. La vida se ve de otra manera cuando te pasa algo así, no es lo mismo que te lo cuenten a que te pase, os lo puedo asegurar.

Mi vida ahora es muy normal. Parecida a la de antes. Viajo lo que puedo, pero también lo hacía antes. También dedico tiempo a los hobbies pero ahora que no trabajo me doy cuenta de que hay muchas otras obligaciones en la vida. Ahora me caen encima todos los mochuelos que pasan a mi alrededor (papeleo con Hacienda, papeleo de notarios, papeleo con el banco…). Supongo que cuando los niños crezcan estaré más libre. La diferencia principal es que estoy más tranquilo, ya no tengo estrés. Mi mujer sigue trabajando, tiene un buen trabajo, buen sueldo y mucho tiempo libre. Así que yo hago la comida, llevo los niños al colegio, y todo eso.

Soy un amo de casa con dinero.

Un saludo.

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