¡Hola a todos!
Este post es un tanto especial y en seguida veréis porqué. Antes de nada que por favor nadie se tome lo que viene a continuación como una recomendación de inversión ni nada por el estilo. Solo soy un mono con dos pistolas apuntando hacia la izquierda en vez de hacia la derecha, como hacía hasta ahora.
Pronto se cumplirán tres meses desde que vendí todas mis posiciones en empresas DGI americanas para asignar todo el capital a CEFs (Closed - End Funds). No lo había comentado antes por una serie de motivos que no sé identificar muy bien: ¿Dar un poco de tiempo a ver qué sentía?, ¿Inseguridad?, ¿Vergüenza?, ¿Temor a que alguien se metiese en lo mismo por mi culpa?, ¿Dificultad para explicar el porqué y los detalles de esos nuevos vehículos? ¿Una mezcla de todo?
Lo cierto es que hace pocos meses conocí los CEFs gracias a @Richard , el hilo de este foro y los demás compañeros que allí habían escrito y me picó la curiosidad como pocas veces me había picado. Ya he comentado en más de una ocasión que me gusta probar todo tipo de mecanismo de inversión que cae en mi conocimiento. He pasado por la renta variable nacional e internacional, las criptomonedas, los fondos activos (variables, mixtos etc.), los indexados, crowdlending, opciones… por muchas cosas en definitiva. Y lo bueno es que he acabado viendo lo que me gustaba y lo que no. Lo que nos hacía sentir cómodos, incómodos o “ni chicha ni limoná”.
Si bien no llevo décadas invirtiendo, los años comienzan a sumar. No he vivido un 2008, pero sí he vivido Brexit, Covid, los inicios de estar pegado a la pantalla, los vaivenes de las opciones, las preguntas de la jefa, de tus padres, la sensación de si me estaré equivocando, de si hago lo correcto, de si abrir cuenta en Interactive Brokers me llevará de patitas al embargo y la prisión por errar en un formulario… Y todo este tiempo ha hecho de la inversión una de mis aficiones principales, gracias, ¡qué duda cabe! a este foro.
Con esto quisiera dar un poco de contexto a mi cambio de rumbo hacia los CEFs. Si hay algo que he sacado en claro durante toda mi travesía inversora, tanto en los malos tiempos como en los buenos, son dos puntos: 1) No me importa lograr una rentabilidad máxima, no pretengo batir al mercado y tampoco me atrae el indexarme.
2) Busco los ingresos en cuenta, los dividendos, la renta. ¿Ineficiente? Seguro. De hecho, los CEFs son el colmo de la ineficiencia. Pero como persona que soy tengo mis sesgos, vivo en familia y ellos tienen los suyos. El total return es lo importante, pero el dividendo es nuestra felicidad.
Hace poco compramos nuestra vivienda aquí en Cantabria y lo cierto es que nos va muy bien la cosa. Ha sido un alivio dejar de pagar un alquiler, laboralmente he conseguido ubicarme antes de lo esperado y lo cierto es que todo va bien. Gozamos de salud y nuestras hijas crecen sanas y en un entorno saludable. ¿Qué más puedo pedir?
Sabía que llegado este punto iba a bajar el ritmo inversor y mi utopía era que la cartera fuese capaz de “autoabastercerse” con los dividendos que se obtuviesen de las típicas MMM, HD, KO, alguna prima de opciones, etc. Pero se me quedaba algo corto. Y con la amenaza de recorte de dividendo sobre T (una de mis principales posiciones por aquel entonces), busqué alternativas high yield. Y ¡toma! encontré los CEFs. Gracias a los que me orientasteis, por cierto.
Lo primero que hice fue vender todas las empresas que tenía en cartera. Era un momento en el que tenía todo muy verde. Mis dos acciones de GOOGL casi doblando su valor de compra, cosas así. Hasta KHC había renacido de sus cenizas. Realicé muchas plusvalías y creo que me ganaré el favor de Hacienda para el curso que viene jeje.
Me hice con el libro “The income Factory” de Steven Bavaria , inicié el periodo de prueba en el apartado privado de Stanford Chemist, el propio Bavaria, Douglas Albo. Pateé todo, absolutamente todo lo escrito sobre CEFs en Seeking Alpha y pernocté metido en las sábanas de CEF Connect. A día de hoy sigo metidísimo en ello y valoro seriamente suscribirme a CEF/ETF Income Laboratory de Stanford Chemist. En conclusión: creo que he encontrado el vehículo que buscaba.
Los CEF’s son un vehículo agresivo. Apalancado, volátil, diversificado, que reparte renta de manera periódica. Su objetivo es repartir renta, y por el camino te puede partir la cara en las caídas. Partírtela de verdad. Y sufrirás recortes, y dudarás. Pero la renta llegará. Mi psicología lo agradecerá. Del Total Return ya hablaremos en otro momento. Mientras tanto dame algún aliciente para no darle al botón de “Cerrar todas las posiciones” y escapar presa del miedo o de un momento de pánico.
Llega la tropa a casa así que sigo escribiendo luego. Aportaré detalles de mi nueva cartera. Gracias si habéis llegado hasta aquí. ¡Un saludo!