Pues eso.
Y ya hablando en serio, supongo que semejante decisión no le habrá cogido por sorpresa a nadie.
Se están yendo compañías de España, empresas que llevaban aquí décadas. En algunas habían trabajado varias generaciones de una misma familia, su arraigo con la localización era total, y han conseguido echarlas.
Y van a venir a invertir aquí las punteras tecnológicas, porque nosotros lo valemos.
Pero nada, que esto vuelve a ser cosa de las conspiraciones judeomasonicas y las fuerzas fastizoides de ultraderecha. Nada que ver con la deriva que sufre el país desde hace 20 años.
Disfrutemos lo votado.
Un saludo.