Credit Suisse está en serios problemas. El riesgo de contagio es bajo.
Los problemas no son nuevos: hace casi un año, [Credit Suisse se comprometió a reestructurarse después de los golpes, que se produjeron meses antes de un acuerdo de casi 500 millones de dólares derivado de un escándalo más antiguo relacionado con los préstamos que hizo en el país africano de Mozambique.
Lo que es nuevo es la creciente preocupación por la salud del banco, particularmente porque el deterioro de las condiciones macroeconomicas puede afectar el precio de las empresas que planea vender…
Sin embargo, el mercado no se ha tranquilizado mucho: el diferencial de los credit-default swaps de Credit Suisse, instrumentos que ofrecen seguro contra el incumplimiento de la deuda de una empresa, se [amplió a su peor nivel desde la Gran Crisis Financiera.
El diferencial más alto indica que los inversores creen que la apuesta de que Credit Suisse aguantará se está volviendo más arriesgada…
El colapso de Lehman Brothers puede ser la analogía que viene a la mente, pero el tamaño y la importancia de Credit Suisse hacen que ese escenario sea menos probable, dicen incluso los pesimistas. “Credit Suisse NO es Lehman, pero está a la par con Bear Stearns”, opina el fundador de The Bear Traps, Larry McDonald.
No obstante, con Europa sumida en la guerra y una crisis energética y los bonos del gobierno en declive, se está formando un panorama preocupante para el banco a medida que el continente se tambalea hacia la recesión…
La capitalización de mercado de Credit Suisse ha caído por debajo de los 10.000 millones de francos suizos, lo que es una “señal preocupante” para un banco de su calibre, advierte el analista de Keefe, Bruyette & Woods, Thomas Hallett…
Los problemas de Credit Suisse pueden ser propios, pero eso no significa que el sector financiero no verá más fuegos artificiales.