Pero es que esas son las reglas del juego cuando aceptas formar parte de una sociedad: unas te favorecen y otras te perjudican.
Yo odio el reguetón y este año en fiestas se programó un concierto “gratuito” en la plaza del Pilar al que acudieron miles de personas. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿despotricar contra el alcalde de turno por el nefasto uso (en mi opinión) que se ha hecho de mis impuestos o comprarme una entrada para ir a un concierto de música clásica a la misma hora?
Y sin embargo resulta que esos mismos días por las mañanas acudía a la Expo con mis hijas donde se había montado un espacio público “gratuito” lleno de juegos y espectáculos. Los niños encantados, los padres encantados. ¿Le escribo una carta al alcalde para felicitarle por su excelente idea y me congratulo del buen uso que se hace de mis impuestos? Porque seguramente a esa misma hora, en el otro extremo de la ciudad, un soltero sin hijos piensa que sus impuestos se están tirando a la basura para algo que ni le va ni le viene.
Si en el fondo estamos de acuerdo en muchísimas cosas (adelgazar la administración, hacerla más eficiente, reformar el sistema de pensiones…) pero de ahí a dar la turra todo el día con el tema del expolio fiscal, de lo mal que funciona todo lo público o de que los impuestos no son necesarios hay un buen trecho.
Por no mencionar los vídeos capciosos de ex-Inspectores de Hacienda que mientras ocupaban puestos a dedo con el anterior gobierno cerraban la boca y extendían la palma de la mano y a los que de repente les entran unas ganas incontenibles de escribir libros para denunciar lo corrupto que es el sistema coincidiendo con que los otros están ahora en el poder. Lo mejor de ser apolítico es que tardas muy poco en ver de que pie cojean los hooligans a ambos lados del espectro.
De vez en cuando conviene dejar de mirarse el ombligo, levantar la vista y darse cuenta de lo afortunados que somos. Lo dije ayer y lo repito hoy, nada como viajar para expandir la mente
@vash, tu y yo somos unos privilegiados en el mundo. Ni pagando un 45% de impuestos dejamos de serlo.