A veces hay que saber aceptar que se ha cometido un error y saber retirarse a tiempo antes de que el daño sea irreparable o de que su reparación pueda suponer un quebranto muy significativo para la cartera.
Y no se trata de que la idea sea mala en el fondo, sino que a veces puede ser simplemente un error de timing. Podemos haber sabido ver que una compañía lo va a pasar mal, por la etapa del ciclo en la que nos encontremos, por circunstancias coyunturales, por una ineficiencia de mercado de esas que suelen darse de vez en cuando, etc y bajo esa premisa se estructura la idea de tomar una posición en dicha empresa, pero en mas de una, de dos y de tres y de … ocasiones sucederá que ya sea por el conocido y común ansia viva, por inexperiencia, por un error de análisis fundamental o técnico, o simplemente porque aun habiendo sorteado todos los supuestos anteriores el mercado se empeña en “llevarnos la contraria”, y eso que tantas veces hemos leído de que el mercado puede permanecer irracional mucho mas tiempo del que nosotros podemos mantener una posición contra tendencia y bla bla bla se hace patente. El caso es que sea por lo que sea, deberíamos de ser capaces de saber retirarnos a tiempo cuando una operación no sale como se esperaba y con ello se comienza a poner en riesgo, en primer lugar el progreso de nuestra cartera, y en segundo, si la obcecación no cesa, incluso su viabilidad.
Pero todo esto que dicho de palabra puede parecer mas o menos fácil, no lo es tanto cuando nos encontramos con dinero de verdad, nuestro dinero, expuesto en el mercado y cuando día tras día va aumentando la presión a la que nos podemos ver sometidos al ir viendo como va a aumentando el draw down de la cuenta y entonces se entra en la común inoperatividad por bloqueo.
Y en la mayoría de las ocasiones se termina saliendo tarde y mal, cuando el daño ya es irreparable o ha dañado lo suficiente la cuenta como para que el reponerse del palo no sea fácil, con el consiguiente daño directo de la pérdida sufrida y el indirecto de la pérdida de oportunidad por el rendimiento que se podría haber generado con ese efectivo quemado si hubiéramos sabido reaccionar a tiempo cerrando la posición y poniéndolo a trabajar en otra posible operación. Y en muchas de las ocasiones ocurre también que finalmente se puede comprobar que la idea en sí no era mala, y que el precio llegado un momento termina por hacerla buena una vez se corrige el desajuste que creímos ver en su momento, pero para entonces el daño ya está hecho.
Evidentemente todo este tipo de consideraciones tiene una mayor aplicación en una operativa mas enfocada al trading, pero no hay que caer en banalización de los riesgos de una gestión del capital deficiente en una operativa mas enfocada al largo plazo y la consecución de rentas periódicas como pueda ser una estrategia de DGI o similares.
Suele ser recurrida en este contexto la respuesta de que como se va a largo plazo se puede aguantar sin problema mientras van entrando las rentas, del mismo modo que en el trading es igual de recurrida la respuesta de que mientras no se cierre la posición las pérdidas son virtuales ya que no se han consolidado en el balance de la cuenta. Creo que si no queremos hacernos trampas al solitario, lo podemos pintar del color que queramos, el daño a la cuenta está hecho, y si no, el que quiera que pruebe a contarle al broker que no le vaya a ejecutar un margin call porque como no se ha cerrado la operación las perdidas no se han consolidado y por lo tanto tampoco hay que ponerse así y tal y tal … el roto en la rentabilidad de la cuenta, en el coste de oportunidad, y porque no decirlo, en la confianza del inversor, ya está hecho y eso sirve para el futuro ( o no, el hombre es el único animal que tropieza taitantas veces con la misma piedra), pero también sirve para dañar la confianza y hacer que la operativa se vea restringida por el temor a volver a sufrir una experiencia similar.
Así que hacéis bien en intentar no saliros de esos límites que os hayáis podido fijar cuando vuestra razón no estaba sometida a la presión de una operativa infructuosa y repetiros el mantra de que el éxito de todo esto radica en conseguir un resultado de conjunto positivo (cuanto más positivo mejor evidentemente) y sostenido en el largo plazo. Y es muy bueno que así lo manifestéis públicamente para que pueda servir de base a todos aquellos que comienzan la aventura y atesoran menos experiencia de la que vosotros tenéis ya acumulada.
Todos, TODOS, nos hemos llevado cornadas por no haber sabido aceptar a tiempo una derrota y haber sabido tomar a tiempo la decisión de cortar por lo sano y aceptar aquello de mas vale perder que perder mucho.
Un saludo.
P.D.: Si has llegado leyendo hasta aquí es muy posible que lo leído no te sirva de nada, pero sin ser consciente de ello, habrás cultivado de manera muy importante la paciencia y la perseverancia, ambas cualidades muy importantes en el mundo de la inversión