El mueble bar

Que tal el copper dog?

Puntúa los de la foto :wink:

Como nos comentaron, un Blended de maltas escocesas pero sin añadir un single grain de base.

Muy redondo y suave. De trago fácil con toques a frutas maduras y caramelo. Muy rico la verdad.

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Que es lo que si llevaran Chivas y compañía, no?

Pero que!?!? No entiendo ni papá jajajaj

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El LV 16y es como ummmm…
Por cierto a los Haig habría que meterles una demanda por el cambio de botella.

Aquí vienen. Todo opinión personal y con poca experiencia, así que no lo toméis en serio:

  • Haig Club: un single grain. Bastante colonia. Como ellos mismos dijeron, más marketing que otra cosa. Alcohol para curar heridas. Con Cocacola seguro mejora. Solo un 3

  • The Glenlivet 12: un single malt. Mucho mas suave que el primero. Toques florales también con recuerdos frutas maduras, madera, etc… Un 8

  • Lagavulin 16: entiendo que los ahumados o se odian o se aman, en mi caso lo segundo. Muchísima personalidad y muy complejo. Fruta madura, mermelada, madera, toques yodados, frutos secos, etc… Y muchísimo humo. Lametón de cenicero. Muy persistente durante mucho tiempo. Un 9 (posiblemente me pille una botellita)

  • Chivas XV: como nos dijeron, lo que se espera de un Blended es que sea redondo, sin grandes matices marcados. Que este equilibrado. Muy suave al tragar y toques muy delicados. Un 8

  • Dopper Dog: igual que el anterior pero con toques más marcados como he comentado antes. Un 8.5

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Imagino que dependerá un poco de lo que decida cada destilería pero vinieron a decir que el single grain suelen ser el lienzo en blanco sobre el que hacer los Blended… :man_shrugging:t4:

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Barato y que haga bulto, si. Yo reconozco que soy mas de blend. Si un maestro destilador se curra una mezcla que este buena y se beba fácil, yo valoro su trabajo :rofl:

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:wink:

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¿El blended es el whisky indexado?

Ay dios, tengo que dejar la bolsa

Eso es un whisky diversificado, indexadas están las soleras de Jerez y de ron.

El blended es whisky hecho para que te guste.

Hoy en La Vanguardia

Resaca para un coñac francés en caída libre

El consumo de licores se concilia mal, en época de inflación, con los ajustes en las economías domésticas, aparte de la creciente sensibilidad sobre lo pernicioso de las bebidas alcohólicas, más aún las de alta graduación. Estas son algunas de las razones que explican la fuerte caída de las ventas al exterior del coñac francés el año pasado, sobre todo al mercado de Estados Unidos. La situación provoca inquietud en el sector, que está en alerta ante la celebración del Año Nuevo chino, un buen indicador de las ventas en Asia, el segundo mercado después del norteamericano.

Las últimas cifras divulgadas por la Oficina Nacional Interprofesional del Coñac (BNIC) son contundentes. El célebre destilado producido en la región homónima vio descender sus exportaciones, en volumen de líquido, un 22,2%. Fueron 165,3 millones de botellas frente a los 212,5 millones en el 2022. Ya ese año se había vendido un 4,8% menos que en el 2021. En Estados Unidos, el desplome en el pasado ejercicio alcanzó el 45,4%. En términos de facturación global, 3.350 millones de euros, el retroceso no fue tan grave, solo el 14%, aunque la bajada del consumo, si se consolida, augura graves dificultades a medio plazo.

Lo paradójico de esta realidad es que el 2023 fue un año excepcional de vendimia y de producción de vino, a pesar de la fuerte sequía que afectó a varias regiones. No había habido una cosecha igual desde hacía treinta años. Fue, pues, la mayor de este siglo. Así que la materia prima es abundante y las expectativas de comercializarla disminuyen.

La noticia sobre la menguante evolución de las ventas del coñac llegó pocos días después de conocerse datos tampoco positivos sobre el champán, otro producto emblemático de la excelencia francesa en el mismo ámbito. Se vendió un 8,2% menos en el 2023, después del récord del 2022, año en el cual, tras la pesadilla de la covid, muchos en el mundo quisieron celebrarlo con las burbujas de la bebida universal más festiva. También en el caso del champán se esgrime el precio y la presión de la inflación como razón de la marcha atrás, hasta el punto de constatarse un auténtico sacrilegio: incluso los franceses están cada vez más inclinados a consumir espumosos foráneos más baratos, como el prosecco italiano y el cava español.

Respecto al coñac, el contratiempo en las exportaciones ha afectado a las grandes bodegas como Hennessy, que pertenece al grupo LVMH (Louis Vuitton), y Rémy Martin. Esta última cayó un 31,4% en facturación.

Según el profesor de la Universidad de Burdeos Jean-Marie Cardebat, las razones de la caída “son menos estructurales que coyunturales”. Este experto en el mercado de las bebidas alcohólicas reconoció a Le Figaro que el coñac, para una categoría de consumidores, representa “un marcador social”, un símbolo de estatus, pero en tiempos de inflación no son pocos quienes prefieren renunciar a un producto tan caro para concentrarse en los bienes de primera necesidad.

El retroceso en la venta de coñac no solo afecta a la contabilidad de las bodegas sino también a otras empresas que desempeñan actividades relacionadas con el sector, como los fabricantes de toneles, de botellas y de embalajes. Una empresa de vidrio de Châteaubernard, en el departamento de Charente, ha cerrado uno de sus hornos durante seis meses por la falta de demanda, y eso ha supuesto colocar en desempleo temporal a 120 de sus 300 empleados.

Como ocurre con el champán, el coñac no puede dormirse en los laureles ni en el mercado francés. Las bodegas Fundador, de Jerez –hoy propiedad del grupo filipino Emperador–, están intentando desde hace unos años introducir su brandy entre los sibaritas galos del coñac, toda una audacia.

Quienes estarán satisfechos del menor consumo del tradicional destilado son los médicos franceses que estudian los efectos del alcoholismo y predican en el desierto. Llevan mucho tiempo alertando de que el consumo de alcohol, incluso en mínimas dosis, es perjudicial, pero chocan con una cultura muy asentada, falsos mitos y un poderoso lobby con gran influencia en el Parlamento y en el Elíseo.

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Tengo pendiente pillarme una botella de Lagavulin, a ver si hago sitio en el mueble bar.

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Lo mismo digo. Tengo que probarlo. A mí el Brandy me encanta. El Rey Gaspar suele traer siempre una botellita en sus largos viajes desde Oriente y por las noches, cuando toca celebrar algo siempre me tomo una copita a su salud.

Por cierto… ¿en copa de licor o en vaso on the rocks?

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On the rocks? La verdad es que para brandy no lo habia oido. Yo lo tomo a temperatura ambiente y copa balón. Una vez me calentaron con vapor una copa antes de verter el brandy y me encantó.

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A mi me hicieron una vez esa pijada en un bar con una copa de Gran Duque de Alba y también me moló☺️

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Puedes empezar por el Lagabulin 8 también muy muy bueno

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