No hay que confundir los fondos de RF con la propia RF.
Un fondo de RF es un vehículo de inversión que mantiene en su portfolio títulos de RF, ya sean estos de emisores públicos o privados, y por lo tanto es un vehículo sujeto a oscilaciones en su precio liquidativo en función de las variaciones que puedan experimentar los diferentes subyacentes que mantenga en cartera.
Es decir, si el fondo marca “ACME” tiene en cartera bonos y letras emitidos por el tesoro USA y en USA comienzan, como ha sido el caso, a elevar los tipos de interés lo más probable es que el precio de las participaciones de ese fondo disminuya. Porque los tenedores de bonos y letras USA de emisiones previas a esa subida de tipos comiencen a deshacerse de esos títulos, ya que tienen nuevas emisiones que les pueden proporcionar más interés que los que poseen en ese momento.
¿Y hasta cuándo pueden caer esas emisiones previas? Pues la norma no escrita dice que hasta que su rendimiento para un factor de tiempo equiparable a esas nuevas emisiones (más una prima por ser una emisión con vencimientos ya avanzados parcialmente) se iguale con aquellas.
Esas emisiones ya en circulación cotizan en lo que se conoce como mercados secundarios y es ahí donde se comercia con ellas y dónde se pueden ver las variaciones en su nominal.
Se dice que una emisión cotiza con descuento cuando su nominal ofrece un rendimiento mayor que el que ofrecía en el momento de su oferta inicial.
De todo esto se deduce aquello tantas veces repetido de que el precio de las emisiones de RF cotiza de forma inversa a su rendimiento. Si una emisión de bonos en su oferta inicial ofrece un 2% al 100% de su precio nominal, y mientras llega su vencimiento surgen nuevas emisiones que ofrecen un mayor rendimiento porque los tipos han subido, dependiendo de cuánto le quede a esa emisión previa para alcanzar su fecha de vencimiento, es posible que vea afectado su nominal de manera significativa hasta que termine pagando ese diferencial que soportará con esas nuevas emisiones, más la comentada prima que dependerá del tiempo que le falte para su vencimiento.
Y por todo esto los fondos de RF pueden palmar pasta como lo están haciendo.
Y por eso meterte en fondos de RF en periodos inflacionarios que hacen preveer subidas de tipos es apostar a palmar.
Y por esto si no se entiende la diferencia entre fondos de RF y la propia RF y su funcionamiento lo que se estará haciendo invirtiendo en ellos será una inversión más con su riesgo implícito como si de otra cartera de acciones más se tratara, con su exposición de riesgo propia, y que distará muy mucho de lo que el inversor neófito creerá estar comprando, que es la supuesta tranquilidad y seguridad de la RF.
Si lo que se quiere es buscar esa tranquilidad y seguridad lo suyo es adquirir la RF directamente. Bien acudiendo de forma directa a las emisiones o comprando estas en el mercado secundario en función de lo que se busque. El problema es que esto a veces no es lo más sencillo para el pequeño inversor además de que según y qué emisiones, tanto de emisores públicos como privados, requieren de un volumen de inversión no alcanzable para el común de los mortales. Y de ahí que se recurra al típico fondo de RF de la “charcutería” del banco de abajo, pero que si se desconoce el funcionamiento real de este tipo de vehículos será otra muesca más en la lista de los “si lo llego a saber …”
Comprando directamente una emisión el único riesgo que asumes para tu dinero es la capacidad de pago del emisor de la misma llegado el momento del vencimiento. No es lo mismo que una emisión este respaldada por el Tesoro USA, el Banco central de Suiza, etc que por el banco central de Costa de marfil, Mozambique, o llegado el caso, por la republica de Antonio.
Lo suyo para hacerlo bien es, si no se quiere bloquear todo el periodo de vida de las emisiones el efectivo, seguir un poco el tema e ir buscando emisiones ya abiertas que anden a la par o por debajo para tratar de compensar los avances en los vencimientos ve ir rolándolas. Pero esto requiere tiempo y ciertos conocimientos.
Por otro lado, por regla general el público en general cuando les hablan de RF piensan casi única y exclusivamente en activos de emisión pública, cuando hay emisiones privadas con calificaciones de inversión, los famosos Ratings, que aportan tanta o más seguridad que muchos de los emisores públicos y en muchas ocasiones sufren mucha menos volatilidad en sus nominales que las emisiones de titularidad pública.
Así pues y una vez más, antes de nada, más de lo mismo de siempre, leer e informarse y sobre todo, ante todo, y obligatorio, desconfiar totalmente de la “charcutería” de fondos de “tu banco amigo”.
Un saludo.