Información remitida por Indexa Capital
Los fondos de inversión tienen muchas comisiones ocultas para los clientes, sobre todo los fondos de inversión de gestión activa. En esta nueva entrega de formación financiera vamos a analizar con detalle todos los costes en los que incurres cuando contratas un fondo de inversión.
Los fondos de inversión son un negocio tan rentable para el gestor, que muchas veces al inversor se le ha vendido el fondo y siquiera sabe que lo tiene (de acuerdo con un estudio de ING y datos de Banco de España, gran parte de los partícipes desconocen que tienen su dinero en un fondo de inversión). Pues bien, si no estás seguro, te animamos a que preguntes a tu entidad. En este correo vas a encontrar todo el detalle de lo que estás pagando.
Los principales costes que asumes a la hora de invertir en un fondo de inversión son:
1. Coste de gestión
2. Coste de depositaria
3. Otros costes hasta el TER
4. Costes de corretaje
5. Costes de cambio de divisas
Coste de gestión
Es la comisión que cobra la gestora del fondo por elegir las inversiones y suele rondar del 1 al 2 %, en función del importe que vayas a invertir y de la clase de activo del fondo. Esta comisión suele ser más alta si inviertes un importe pequeño, o si el fondo invierte en un activo de mayor riesgo. Esta comisión es explícita y además está limitada por ley a un máximo de 2,25 %.
Coste de depositaría
Es la comisión que cobra el banco que deposita las inversiones del fondo. Suele rondar entre el 0,10 y 0,20 % y también es un coste explícito (visible) para los clientes.
Otros costes hasta el TER (“Total Expense Ratio”)
Esta es un cajón de sastre en la que en España se incluyen los siguientes conceptos: auditoria, costes de CNMV y lo más importante, las comisiones de gestión, pagadas a otros fondos de inversión en el caso de que el fondo original invierta a su vez en otros fondos de inversión (es el caso de los fondos de fondos). Si el fondo está registrado en CNMV, puedes encontrar el TER en los informes trimestrales que publican las gestoras.
Importante: en contra de lo que cree la mayoría de la gente, aunque se llame “Total Expense Ratio”, el TER no incluye todos los gastos. No incluye ni los gastos de corretaje ni los costes de tipo de cambio, que comentamos a continuación.
Costes de corretaje
Los cobra el broker u operador con el que el fondo realiza las operaciones de compra o venta de valores. Este coste es muy difícil de estimar y puede variar mucho de un fondo a otro. Dado que este es un coste que no recibe la gestora, lo normal es que el gestor del fondo trate de minimizarlo, buscando el proveedor más barato, pero la realidad es que muchas veces el broker es una empresa que forma parte del grupo de la gestora y por tanto desaparece la voluntad de minimizar el coste.
John Bogle, el fundador de Vanguard, en su artículo “The arithmetic of ‘All-in’ Investment Expenses”, estima que para fondos de renta variable de media los costes de corretaje suelen estar entorno al 0,50 % anual. En general cuantas más operaciones realice un fondo, mayor será el coste de corretaje. Una forma de poder ver cuánto opera un fondo es buscar el ratio de rotación (“turnover ratio”). Los fondos registrados en CNMV están obligados a publicar este dato que podrás encontrar en los informes trimestrales que publica la gestora. Este ratio mide en porcentaje cuantas veces se ha comprado o vendido la cartera. Por ejemplo un ratio de rotación de 200 % significa que se ha vendido y comprado 1 vez la cartera del fondo + vendido 1 vez la cartera del fondo.
Los costes de corretaje pueden ser explícitos (se cobran aparte) o implícitos (se incluyen en el precio) dependiendo del tipo de activo que se esté negociando:
- Renta variable: aquí los costes son explícitos y normalmente variables con un mínimo. Por ejemplo, 0,10 % con un mínimo de 20 €.
- Renta fija: aquí el coste es implícito y por tanto es extremadamente difícil de estimar. La única indicación es el tamaño de la horquilla de compra venta de cada bono en particular. Como norma, cuánto más ilíquido sea un bono mayor será la comisión implícita en el precio. Como indicación, un bono del tesoro a 10 años (muy líquido) tiene actualmente una horquilla de 0,10 %, mientras que un bono corporativo como Gestamp 3,5 % (mucho menos líquido), tiene una horquilla de un 1 % aproximadamente.
Coste de cambio de divisas
Ésta es una comisión muy oculta y que suele reportar grandes beneficios al depositario. Cuando el fondo compra un activo en una divisa no euro (por ejemplo, USD) se deben comprar estos dólares. En vez de comprar al precio de mercado, se aplica una comisión que puede ser muy elevada, por ejemplo un 3 %. Se trata de una comisión oculta para los clientes que muchos bancos y gestoras aprovechan para aumentar sus ingresos sin que el cliente pueda percibir este coste adicional.
Como puedes observar, el problema de comprar los fondos de un banco es que como el banco lleva la gestora, el broker y el cambio de divisas, tiene el incentivo de maximizar los costes de corretaje y los costes de cambio de divisas, en contra del interés del cliente.
Conclusión
Los costes de los fondos de inversión son mucho más altos de lo que parecen, y los bancos tienen conflictos de interés que les hacen aumentar las comisiones ocultas para sus clientes. Conviene, reducir los costes al mínimo posible, trabajando con fondos indexados de muy bajos costes, y con ello aumentar la rentabilidad.