Ainssssssssssss ese “acho” es como un pasaporte con nacionalidad y entidad propias en sí mismo. Estoy completamente seguro de que cuando el hombre, la humanidad, sea capaz de conquistar nuevos mundos, en esta o en otras galaxias por muy lejanas que estas estén, siempre se podrá escuchar un “achotío” en cualquier calle de ese nuevo mundo.
Un saludo.
P.D.: No nos engañas, tu lo que ibas buscando no era curro, era sombra …
Esto, que a priori es una opinión que podría ser calificada de alto consenso, me atrevo a decir que no es tan sencillo, ni tan simple como expones.
Mas allá de que desde la clase política llevan generaciones intentando cargarse el sistema educativo con continuos y cada vez mas esperpénticos planes de estudio, cuando se ahonda un poco más en el fondo del asunto creo que una vez más se termina concluyendo que las opiniones al respecto se alumbran en base a las experiencias y vivencias que atesora en su haber aquel que las expresa.
No sabría muy bien ponderar que % de fracaso en la educación se corresponde con los nefastos planes de estudio, la ineficiente gestión de la integración de población inmigrante en el sistema educativo, la falta de vocación en el profesorado, así como las pésimas condiciones en las que una gran parte de este termina desarrollando su labor docente.
Pero concluir tan rápidamente que en el trasfondo subyace una cuestión de racismo sin más me parece que no es completamente acertado. Sin excluir que en un % dado ese hecho será así.
El sistema educativo en España está herido, no si atreverme a decir que de muerte, pero sí de mucha gravedad. Y como en casi todos los ámbitos en los que intervienen, la única y posible cura real sería que la política le quitara sus sucias manos de encima.
Ese sería el único principio de solución, todo lo demás será seguir meándose sobre la gente mientras les siguen convenciendo de que está lloviendo.
Si los colegios concertados siguen existiendo es porque cuestan menos a las arcas públicas, porque odio hacia ellos y ganas de eliminarlos no les falta. Y si la gente en su mayoría hace todo lo que esté en su mano para que sus hijos vayan a un concertado en lugar de público (se agotan todas las plazas y hay gente que hasta se divorcia para conseguir puntos) será porque piensan que es mejor.
En lugar de atacar a los concertados como el enemigo las autoridades deberían plantearse qué hacen esas instituciones para que con menos recursos den un mejor servicio y sea el más demandado.
Lo triste es que no se consiga una enseñanza pública de calidad y el ciudadano pague de más por menos, que antes era objetivamente mucho mejor y legislatura tras legislatura la degradan más.
Esta es una de esas leyendas urbanas impulsadas por la jerarquía católica y grupos políticos afines.
Propaganda falsa a no poder más.
Y si alguien cree ver en mis palabras cierta ideología de izquierdas ya aviso que anda muy equivocado. Hace más de una década que me niego a perpetuar el sistema feudal vigente y no voto.
¿Es casualidad que en el que se considera el mejor sistema educativo del mundo (Finlandia) la educación concertada/privada es prácticamente inexistente?
Si estar dado de alta en la Federación de Montaña se considera un seguro médico privado, sí.
Fuera de eso, tremendamente satisfecho con toda la atención que los míos y yo hemos recibido en la Sanidad Pública hasta la fecha. Debo ser de los pocos agraciados en este país con un buen centro de salud/hospital/colegio público cerca de su residencia.
A mi también me ha tocado ver colegios y me han sorprendido gratamente los públicos, así que al final lo llevaremos ahí.
No acabo de ver qué factor diferencial puede aportarle un privado/concertado. A nivel de idiomas estoy de acuerdo en lo que comentáis por aquí, lo mejor es hacer estancias en el extranjero en el futuro cuando se pueda.
Yo fui a un concertado.
Eso en economía se llama “desnatar el mercado” y es muy conocido. En cualquier ámbito que mires hay gente dispuesta a pagar mucho por lo mejor de lo mejor.
Yo tengo una afición en la que el material que se usa es muy caro si es de primera categoría. El material, digamos, segundón es mucho más barato y la diferencia realmente es pequeña. Pagamos mucho más por una pequeña mejora. Todos lo sabemos y aún así nos gastamos el dinero. Las empresas lo saben y se aprovechan. Qué le vamos a hacer.
En cuanto al tema de la educación de los niños, voy a dar mi opinión. Los míos van a uno concertado porque no tuve más remedio. No había plaza en ninguno público de mi zona. Yo prefería el público. ¿Por qué? Porque ya pago con mis impuestos la educación pública y no voy a pagar aparte la educación privada. Así de simple. Sobre todo cuando, en mi opinión, el futuro de mis hijos depende en un 90% de sus genes y de mi y mi señora, no del colegio o el instituto.
Y ahora voy a decir una cosa políticamente incorrecta pero me da lo mismo:
Voy a hablar de mi propia experiencia, no de oídas. Por circunstancias de la vida tuve que “trabajar” durante un tiempo con personas de determinada etnia. Resulta que mi mujer también en un ámbito totalmente distinto.
Afortunadamente esa etapa pasó para mí y para mi mujer. Cada vez que veo a alguien que los defiende, no puedo evitar pensar en que lo más cerca que han visto a uno es en un documental de Lola Flores. Así de claro lo digo.
Y a mi me da igual lo que me digan. No me lo tienen que contar. Yo lo sé porque lo he vivido.
Yo creo que el entorno y círculo cercano influye, y es imposible poner números, pero para mí más de un 10%. No me meto a valorar que entorno es mejor en cuanto a colegios, porque no tengo ni idea.
Al final las aspiraciones y por consiguiente a donde puedes llegar creo que dependen mucho de los comparables cercanos, aunque con Internet está cambiando bastante, para bien y para mal.
Me gusta la frase esa de “hasta para soñar eres pobre” (o algo así)
Yo diferenciaría también entre privados de alto nivel (Donde van los hijos de nuestro querido amancio y similares que valen 2000€ al mes) y privados por saturación de la enseñanza pública (donde simplemente no hay inmigrantes porque la barrera de entrada de 300€ al mes no la pueden salvar)
Los privados por saturación de la enseñanza pública tienen mucha menos diferencia con uno público o concertado, de hecho, en ciudades pequeñas o medianas, la gran parte de la población va al público ya que no hay tanta saturación y esos colegios privados son más dificiles de encontrar
Al menos esta es mi experiencia (despues de haber vivido en ciudad pequeña y ciudad grande)
Tambien se paga con los impuestos el transporte publico y muchos prefieren conducir su propio coche a ir en un autobus o un vagon de metro atestados de personas de diferente etnia y condicion.
Los genes, en ese caso, llegarian al 100% porque los padres son los portadores de los mismos hacia su descendencia. Pero creo que no puede ser asi, puesto que el entorno es tan importante o mas que los propios genes. En este amplio campo, el entorno de nuestros hijos, es donde unicamente los padres podemos incidir y debemos insistir.
Una mujer que soñó con ser la primera abogada gitana … y lo consiguió
“La transformación de una sociedad viene por la vía de la educación y la sensibilidad; a nuestros hijos hay que educarlos en valores y hay que trabajar bien ese camino porque con ellos se construye la sociedad”
Con todo el respeto del mundo, educación y empatía necesarias … lo de un mundo integrador e igualitario para con las distintas etnias y razas es un trabajo que requiere esfuerzos por ambos flancos del asunto.
Y no voy a incidir más en ello porque creo que se entiende y es un tema que parece lo suficientemente sensible como para poder provocar malas interpretaciones y levantar ampollas y no es esa la voluntad.
De ahí la importancia de educar a los más pequeños en esos valores y de que los padres superemos nuestros prejuicios y no pongamos más obstáculos.
Mientras no se invente otra cosa, la educación sigue siendo el arma más poderosa para cambiar el mundo.
El otro día mis hijas celebraron su cumpleaños e invitaron a los amiguit@s que quisieron a casa.
Lo comentaba con mi mujer: “esto parece una asamblea general de la ONU”.
Puede parecer una nimiedad pero a mí me alegró el día.