La respuesta rápida es, no.
La larga es.
- No no necesito ni vivo de los dividendos.
- No me preocupa que me los quiten.
- No dependo de ellos.
Además, la previsión si todo sigue así, es que los dividendos cada vez cubran más gastos. He calculado que recluido en casa mis gastos son menos de la mitad.
Esto me ha hecho reflexionar.
CUANTO VICIO
La mitad de lo que gastaba al mes era puro vicio. Cosas que no eran necesarias (sigo vivo). Oye, pero me dejaban más cerca de la felicidad.