Hace muchos años vi un capítulo de Star Trek “La nueva generación”, que llegaban a un planeta con una civilización casi perfecta.
Cuando eran niños les ponían un cacharro en la cabeza que analizaba sus cerebros y al cabo de unos segundos les decía cual era la profesión perfecta para esa persona.
Desde que entramos en la guardería hasta la jubilación nos enseñan que somos obreros que han de cumplir un horario, unas normas, socializar queramos o no y pasar por el aro con un montón de cosas que consideramos normales porque es lo que hace todo el mundo y claro, todo el mundo no puede estar equivocado.
Y esa rutina machacona es llevadera durante un tiempo que coincide además con los mejores años de nuestra vida.
Pero llega un momento, unos antes, otros después, muchos por desgracia nunca, en que no podemos más y estamos hartos de este sistema cab…n.
Yo odio mi trabajo con fuerza y tiene cosas muy buenas, pero sé que sería mucho más feliz pescando pulpos lanzando nasas desde una pequeña canoa en algún país tropical donde la vida no sea tan ajetreada y sea más barata.
Lo raro es que hasta ahora solo se “rebelaba” una minoría.
La llegada de internet lo empezó a cambiar todo: información sin censura de los medios oficiales, difusión del conocimiento sin fronteras, nuevas formas de ganarse la vida, la posibilidad de conocer otras culturas a miles de kilómetros…Una revolución imparable.
El virus es un desesperado intento del sistema de seguir controlándonos a todos para que aceptemos sumisamente nuestro rol de obreros dependientes de un Estado hipertrofiado que cada vez disimula menos y que solo sirve a poderosos intereses supranacionales.
Pero la inmensa mayoría de la gente aceptará lo que han puesto ante sus narices y hará lo que hagan los demás.
No comprendo como el hastío de verse atrapados en un empleo que odian viviendo una vida monótona y gris no les empuja a buscar algo más, a hacerse preguntas, no se puede generalizar claro, pero la mayoría vive así y lo aceptan como la única forma posible de vivir.
Así que tus quejas sobre tu trabajo me resultan de lo más lógicas.
Es como el Show de Truman, el tío tiene una vida “perfecta”, pero siente que algo no encaja, algo le aguijonea por dentro hasta que se descubre el pastel y se larga.
O como Neo en Matrix.
Es curioso que estos “héroes” cautiven a las masas, que estas películas se conviertan en objeto de culto para muchas personas, taquillazos absolutos y sin embargo la mayoría de la gente no extraíga una moraleja aplicable a sus vidas.
Saludos.