Hola me llamo Jordi, tengo 42 años felizmente casado y padre de 3 niños (5 años, 3 años y 6 meses) y que como todos vosotros ando metido en este mundo de las finanzas.
Crecí en un entorno familiar donde no faltaba de nada pero tampoco sobraba. Mi familia entera se dedica a un tipo de negocio con empresas propias excepto mi padre que dirigía la empresa de un tercero. Lógicamente cuando una ha mamado desde pequeño todo ello, con tantas sobremesas escuchando a los mayores con el mismo tema de conversación hizo que recién llegado de la mili con 19 años le propusiera a mi padre lo que todo el entorno calificó como una locura: abrir mi propia empresa.
Tengo que agradecerle a mi padre la valentía que tuvo para que con cuarenta y tantos años y un muy buen sueldo abandonara todo aquello para que un mocoso como yo llenara su ego ambicioso como lo definió mi entorno. Y quizás su razonamiento era lógico. Iba a entrar en un mundo donde tenía que competir con empresas dirigidas por gente que me doblaba la edad, conocedores de todos los entresijos y más de 20 años de experiencia. Pero mira por donde salió bien.
Fueron años complicados, donde a duras penas pagaba los créditos pero poco a poco aquel mocoso ambicioso fue aprendiendo y corrigiendo. Hoy miro a mi empresa y me siento orgulloso, un proyecto que empezó en 1994 y ahí sigue, creciendo. Un proyecto vital para mí.
Si de mi padre tengo que agradecerle aquella apuesta así como que me dejara a mí hacer y deshacer hacia donde ibamos mi referente siempre fue mi abuelo. Hombre de negocios de éxito pero a la vez persona humilde. También ganó mucho dinero con la bolsa. Lástima que nunca tuvimos una conversación sobre ello.
Fuera del trabajo eramos un grupo de 25/30 amigos que ya nos conociamos de cuando ibamos en el vientre de nuestras madres. Fruto de esas amistades, surgieron las parejas y yo no fui la excepción. De los 18 a los 26 años de novios, boda y a los 29 nos separamos porque nunca fuimos un matrimonio sino dos amigos viviendo juntos. Esa separación llevó consigo la pérdida de casi todas aquellas amistades (ella siguió en el grupo por lo que decidí que yo debía salir).
Así me encontré con 29 años soltero, sin amigos y un nuevo mundo que se abría delante de mí. La década de los 30 años fue genial. Con perspectiva no diré que la de los 20 fue aburrida pero si monótona. Me centré en mi empresa, recorrí España con la excusa de mis negocios, conocí gente de lo más variopinta, viví situaciones que jamás pensé que viviría. Me lo pasé de p… madre vamos.
Hasta el punto que fue entonces cuando me planteé mi primera IF. Yo me ganaba bien la vida, soy como muchos habeis comentado de gastos contenidos porque tampoco necesito mucho y iba de depósito en depósito. Mi hipoteca terminaba en el 2012 y es cuando me planteé que al llegar sobre los 40 años (2014) vender el negocio, vender la casa y con lo que sacaba a un depósito al 4 o 5% y vivir de los intereses y me sobraba. No tenía deudas, mi nivel de vida normal, estaba soltero (y firmemente convencido), sin herederos,…para qué trabajas pues???
Y llegó 2009 y conocí a mi actual mujer. Y aquel soltero convencido hoy está casado y tiene 3 hijos y nos queda la niña que está planeada para ir a buscarla en el 2018 (por cierto si alguien tiene niñas que me diga cómo hay que hacerlas que mi mujer está empeñada en tener una pero en mi coche no caben más de 5, jejeje).
En 2011 compré mis primeras acciones; Santander y Telefónica (que original no?) sin tener ni idea de qué esperaba a cambio hasta que la bajada de los tipos de interés me obligó a buscar información sobre qué hacer con los ahorros. El foro de Gregorio y el monje fueron mis iniciadores, después llegó este blog que me ha marcado como inversor. Suelo releerlo en cuanto puedo tanto sus artículos como los comentarios. Mi visión de la inversión ha cambiado mucho desde entonces.
Yo siempre digo que la IF hace tiempo que la conseguí. No, actualmente no puedo dejar de trabajar porque no cubriría mis gastos. Pero entiendo que el espíritu de la IF es la libertad de hacer lo que uno quiere sin estar atado a un trabajo porque hay que pagar unos gastos. Yo eso, por suerte ya lo tengo. La IF monetaria no estoy seguro ni cuando ni si voy a conseguirla pero personalmente me motiva más el camino que la meta. La inversión se ha convertido para mí en una pasión hasta el punto que considerándome como me considero una persona más bien callada al que le gusta más escuchar que hablar si sale este tema en una conversación riete tú de los mítines de Fidel Castro.
En cuanto a la comunidad que creo que hemos formado pues estoy encantado. El ambiente es sensacional. Todo el mundo aporta algo, todo el mundo ayuda, todo en un clima sosegado lejos de la crispación que suelen ser las reuniones en la red.
Estoy seguro que nos “veremos” por aquí mucho tiempo mientras proseguimos el maravilloso camino que hemos iniciado.