Política

La excepción a la regla. No se la historia de Noruega. Pero entiendo sin saber que estarían ya semi industrializados por estar dentro del entramado industrial europeo.
Además el petróleo tiene márgenes muy altos en la parte alta del ciclo a diferencia del agro.

1 me gusta

Te ha quedado el post entero para enmarcarlo. Chapeau🎩

2 Me gusta

Segun tengo entendido, Noruega era un país no demasiado desarrollado, en el que un dia descubrieron petróleo por castigo y el resto de la historia ya la conocemos. Opinion de barra de bar y puedo estar equivocado, aunque tengo un primo casado con una noruega y viviendo allí desde hace 10 años, al que le hice ese comentario y me respondió más o menos que “tal cual”. Una lotería caida del cielo en un país con pocos habitantes y con una educación que ayuda… y voilá.

Venezuela tiene petróleo para enterrar a Noruega varias veces.

Por supuesto que en el proceso del desarrollo hay que industrializar el país, pero tener unos recursos agrícolas que te sirvan de base digo yo que ayuda bastante.

Y en cuanto a los márgenes, pues será así. Pero ya quisiera para mí la fortuna de los señoritos de mi zona, que lo que tienen son hectáreas de olivos a mansalva.

Qué maravilla. No entiendo como puede funcionar mal un país así…

imagen

5 Me gusta

Yo creo que en vez de a Milei les mandamos a Eduardo Garzón y ya estaría.

5 Me gusta

Me autocito
image

:+1::+1::+1:

Educación libre, educación libre y educación libre.

Mejor, no?

5 Me gusta

La existencia de un mercado de órganos sale como ejemplo práctico en Mankiw, G. [Gregory]. (2004). Los consumidores, los productores y la eficiencia de los mercados. Principios de economía. (p.87-98).

Había escrito la cita, pero por copyright prefiero quitarlo. En las bibliotecas públicas lo pueden encontrar :stuck_out_tongue_winking_eye:

2 Me gusta

Invocamos el derecho de cita.

¿Debería existir un mercado de órganos?

Hace algunos años, en la primera plana del periódico estadounidense Boston Globe se leía el siguiente encabezado: “Como el amor de una madre salvo dos vidas”.

El periódico relataba la historia de Susan Stephens, una mujer cuyo hijo necesitaba un trasplante de riñón. Cuando el médico descubrió que el riñón de la madre no era compatible, propuso una solución novedosa: si Susan donaba uno de sus riñones a un extraño, su hijo se colocaría en el primer lugar de la lista de espera. La madre aceptó el trato y rápidamente dos pacientes obtuvieron el trasplante que habían estado esperando. La ingeniosidad de la propuesta del médico y la nobleza del acto de la madre no se pueden poner en duda. Sin embargo, la historia nos lleva a formularnos preguntas fascinantes. ¿Si la madre pudo intercambiar un riñón por otro, le permitiría entonces el hospital intercambiar un riñón por un tratamiento experimental de cáncer que resultaría muy caro y que no tendría otra forma de pagar? ¿Debería permitírsele intercambiar su riñón para que su hijo recibiera educación gratuita en la escuela de medicina del hospital? ¿Debería poder vender su riñón y utilizar el dinero para cambiar su viejo automóvil Chevy por un nuevo y lujoso Lexus?

Como cuestión de política pública, nuestra sociedad considera ilegal la venta de órganos. En esencia, en el mercado de órganos el gobierno ha impuesto un precio máximo de cero. El resultado, como ocurre con cualquier precio máximo obligatorio, es la escasez del bien. Lo que hizo que el acto de Susan no cayera dentro de esta prohibición fue que no hubo intercambio de dinero.

Muchos economistas creen que se presentarían grandes beneficios si existiera un mercado libre de órganos. Las personas nacen con dos riñones, pero por lo general solo necesitan uno. Mientras tanto, algunas personas padecen enfermedades que las dejan sin ningún riñón que funcione. A pesar de las ganancias evidentes del comercio, la situación actual es terrible: el paciente típico tiene que esperar varios años para obtener un trasplante de riñón y cada año mueren miles de personas porque no fue posible encontrar un riñón compatible. Si quienes necesitan un riñón pudieran comprarlo a quienes tienen dos, el precio aumentaría hasta alcanzar el equilibrio entre oferta y demanda. Los vendedores estarían mejor con dinero extra en sus bolsillos y los compradores estarían mejor con el órgano que necesitan para salvar su vida, mientras que la escasez de riñones desaparecería. Dicho mercado nos llevaría a una asignación eficiente de recursos; sin embargo, los críticos de este plan se preocupan por la justicia. Sostienen que un mercado de órganos beneficiaria a los ricos a expensas de los pobres, ya que los órganos se asignarían a quienes tuvieran mayor disposición y capacidad de pago. Sin embargo, también se puede cuestionar la justicia del sistema actual. Por el momento, la mayoría de nosotros vamos por la vida con un órgano extra que no necesitamos realmente, mientras que algunos de nuestros conciudadanos están muriendo por obtener uno. ¿Es esto justo?

“Principios de Economía” CAPÍTULO 7 CONSUMIDORES, PRODUCTORES Y EFICIENCIA DE LOS MERCADOS pág 149-150. N. Gregory Mankiw

8 Me gusta

Porque la mojigatería ha vuelto, sin sotana, pero ha vuelto. Creyéndose, como siempre se cree la mojigatería, el fanatismo y el dogmatismo, que ya conoce lo Bueno y lo Justo y que no hay nada más allá. Y ¡ay! de quien siga buscando. Te dirán lo que es bueno para todos, y si lo es para todos para ti también, y ¡ay! si no estás de acuerdo. ¿Acaso no aprecias, desagradecido, de qué manera han reducido la complejidad de la vida a fórmulas propias de idiotas, para que así todos podamos seguir sus iluminados dictados?

¡El malo, el desgraciado y el hombre excepcional deben tener también su filosofía, su derecho propio, su rayo de sol! ¡Lo que necesitan no es que se los compadezca! Debemos desechar este impulso del orgullo, pese a todo lo que la humanidad ha hecho hasta hoy para ejercitarse en ello durante tan largo tiempo. ¡No son confesores, ni exorcistas, ni repartidores de bendiciones lo que tendríamos que instituir para ellos! ¡Lo que falta es una nueva justicia, una nueva consigna, nuevos filósofos! ¡También la tierra moral es redonda! ¡También la tierra moral tiene antípodas! ¡También quienes allí se encuentran tienen derecho a existir!
“La Gaya Ciencia”. Nietzsche.

La tierra moral es redonda, y vivimos gobernados por terraplanistas.
Ya no es que no tengamos separación de los tres poderes (legislativo, judicial y ejecutivo), es que además vamos camino de un estado confesional.

6 Me gusta

Si no mueren por violencia de género al Estado le da igual

Un mercado privado de órganos que los salvase sería cosa de ultras.

Vuelvo a mi ejemplo chorra de “Sin supermercados públicos solo comerían los ricos”

Estoy seguro de que si despareciesen los mercadona y cia y nos borrasen a todos la memoria y hubiese un debate público sobra la distribución de alimentos los zurdos nos empezarían a dar la tabarra con que no se puede dejar en manos privadas la distribución de alimentos o moriríamos todos de hambre salvo Amancio y Roig. Si se sometiese a referendum no me cabe duda de que ganaría la opción de supermercados gestionados por funcionarios. Que lo dejasen así unos años y después que nos restaurasen la memoria. Nos íbamos a reir.

Por cierto que a los que dijésemos que mejor supermercados privados nos llamarían de todo tildándonos de insolidarios, nazis y demás y diciéndonos que queremos supermercados privados porque ya somos IF y no nos ponemos en situación de que algo hubiese ido mal en la vida y bla, bla, bla

7 Me gusta

De la piel para adentro, mando yo. Ahí empieza mi exclusiva jurisdicción, y elijo si debo o no cruzar esa frontera. Soy un estado soberano.
Antonio Escohotado

Con respecto a los órganos. En Ejpaña se pueden donar órganos legalmente por parte de un donante vivo. En ciertos casos, cierto, pero se puede. BOE-A-2012-15715 Real Decreto 1723/2012, de 28 de diciembre, por el que se regulan las actividades de obtención, utilización clínica y coordinación territorial de los órganos humanos destinados al trasplante y se establecen requisitos de calidad y seguridad.

Así que esto me recuerda al famoso chiste:
-‘¿se acostaría usted conmigo por su cifra FIRE?’.
-‘Por supuesto’
-‘¿Y por un dolar?’
-‘¿Qué se cree usted que soy?’
-‘Lo que usted es ya ha quedado claro, ahora estamos negociando el precio’.

O lo que es lo mismo, bajo unas condiciones más o menos arbitrarias sí es posible la donación en vida, en otras no porque mi moral vale más que la tuya, a pesar de que voluntariamente quieras donar y, con ello, salvar una vida.

3 Me gusta

Duda. ¿Esos riñones privados los pagaría el paciente o la aseguradora? ¿Harían casting de posibles donantes a ver quién está más desesperado y vendería más barato?

La Libertad está muy bien, pero el que está tan desesperado como para vender un riñón igual libre libre tampoco es.

Desde luego si queremos vender el liberalismo como alternativa habría que empezar por cosas más comestibles :joy:

Soy el liberal de mis colegas y siempre conseguís sacar el socialista que llevo dentro como pecado original.

7 Me gusta

Es práctica habitual. Donaciones de riñón de padres a hijos o entre hermanos. En el caso de los niños también se hacen transplantes de un trozo de hígado de adulto.

al jerez? :yum:
:rofl: :rofl:

1 me gusta

Yo me considero más liberal que la media ( en el país de los ciegos….) pero hay temas como este , el aborto y la eutanasia , que aparte de su delicadeza , entra un tercer actor y no solo dependen de la libertad del individuo.

2 Me gusta

No se me ocurre un derecho más individual que la eutanasia. En mi modesta opinión nadie que esté en contra de la eutanasia puede llamarse ni remotamente liberal.

6 Me gusta

Me parece bien lo que haga cada uno con su vida , pero de ser medico jamás acabaría con una vida, pero allá cada uno . Esto trasciende la política y está más relacionado con la espiritualidad .
Eso si , soy contrario al aborto , y los debates de cuando empieza a ser efectiva una vida , me dan grima.

Menudo melón acabo de abrir….

4 Me gusta

Totalmente. A veces perdemos de vista que hay cosas que transcienden a los dineros.

1 me gusta

Es lo que dice @Endovelico

Yo estoy a favor de la eutanasia, pero jamás “obligaría” a nadie a acabar con la vida de un tercero.

Con el tema del aborto, ni yo mismo me aclaro. Y no es por un tema religioso, puesto que me considero ateo.

1 me gusta