¡Feliz año a todos!
Ojalá todos los años fueran tan buenos en inversiones como el pasado. Mi rentabilidad en 2019 ha sido del 19,71%, lo que desde luego está muy por encima de la media esperada. Hay que disfrutar este tipo de resultados porque es evidente que no siempre va a ser así. De mantenerse este ritmo, aplicando la regla del 72, estaríamos hablando de doblar el capital en menos de cuatro años, lo que no parece muy realista, desde luego.
Sigue la evolución esperada de la cartera hacia un funcionamiento mucho más automático y con menos movimientos: en 2017 contabilicé 484 movimientos, 294 en 2018 y “sólo” 213 en 2019. Espero una mayor reducción de rotaciones para este año ya que he terminado de compensar la enorme minusvalía que tenía pendiente por un tema inmobiliario de 2015. Esto quiere decir que de ahora en adelante las rotaciones serán las naturales y ya no tendré que generar más plusvalías artificiales simplemente para no perder la posibilidad de compensación fiscal.
La estructura de la cartera es cada vez más sencilla: un 40% es inversión en valor, un 40% es inversión en dividendos y el 20% restante se puede considerar algo más especulativa. Vayamos con los detalles.
CARTERA DE VALOR. Su creación no tiene ninguna complicación pues es automática, al seguir las recomendaciones de la OCU. Contiene un fondo geográfico (Rusia) y todas las acciones en consejo de compra o presentes en su cartera “Experto en acciones” de la OCU. Detallo el listado para los no socios: Nestlé, Repsol, Telefónica, Telefônica Brasil, Intel, EDP, Sonae, Chevron, Aegon, BNP Paribas, Engie, National Grid, NOS, Ahold Delaize, IBM, Renault, Iberdrola, BMW, TEVA, Kraft Heinz, Exxon, Novartis, UBS, Schnitzer Steel, Corning, Melexis, CFE, Euronav, Vodafone, Sanofi, AXA, Novo Nordisk y REN.
CARTERA DE DIVIDENDOS. La idea es que esta cartera no necesite apenas rotaciones pues su función es proporcionarme la liquidez para mis gastos corrientes. Está compuesta mayoritariamente por empresas españolas y británicas para minimizar la erosión de la retención en origen. Las acciones son: BT, IAG, Enagás, ENDESA, Acerinox, SSE, Merlín, Naturgy, Imperial Brands, Ferrovial, Vonovia, AT&T, ACS, REE, Unibail, Aviva, Daimler, Navigator, Zardoya Otis y Mapfre. Las acciones están apoyadas por ETFs de gran calidad, formados con aristócratas del dividendo de las diferentes áreas geográficas, como: PADV, EUDV, UKDV, USDV, VEUR y EMRG.
CARTERA ESPECULATIVA. Tiene dos ramas, una es automática mediante la fórmula mágica de Greenblatt (aunque esto realmente no es más que inversión en valor con empresas mayoritariamente pequeñas) y la otra está basada en opciones, mediante la venta de puts y calls, para complementar el resto de carteras.
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Fórmula mágica. Greenblatt recomienda en su libro elegir las empresas al azar, quizá para no complicar al inversor medio, pero no me conformo con eso y hago una selección a partir del listado que me proporciona la web. Para ello valoro una serie de criterios (PER, momentum, maximo y mínimo anual, dividendos, sector, deuda, BPA y flujo de caja) a los que otorgo una puntuación que me da una clasificación entre las seleccionadas. Cada mes roto dos empresas, vendiendo las que llevan un año en cartera, como recomienda Greenblatt, y comprando las dos mejores de mi clasificación particular. Los componentes actuales de esta cartera son: Nektar Therapeutics, Deluxe, HP, Points, North European Oil, SIGA, Vaalco, Ligand Pharma, Altria, Hendricks & Strugoles, Abbvie, Jounce Therapeutics, Unisys, Gamestop, Biogen, Gilead, Interdigital, Mesabi, Natural Health, Turtle Beach, Petmed, Viacom, United Therapeutics y Graphtec.
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Opciones. Utilizo las opciones para conseguir una liquidez extra y conseguir mejores precios para las acciones que me interesan. Ya expliqué al detalle en mi anterior resumen semestral (19 de julio) las operaciones que tengo en marcha con Bayer, como ejemplo. Las calls vendidas vencen en marzo 2020 y la cotización está rondando ahora el precio del strike, si se ejecutan habré obtenido una excelente rentabilidad global de más del 25%, y si no se ejecutan volveré a vender nuevas calls. Otro ejemplo de esta operativa es lo que hice en noviembre con Sanofi: me disponía a comprar acciones que cotizaban a 85€, cuando iba a hacerlo se me ocurrió comprobar si alguno de mis brokers ofrecía puts de Sanofi. ¡Bingo! Se negociaban opciones de Sanofi. Por comprar Sanofi a 85€ en junio de 2020 se ofrecía una prima de 655€. ¿Qué hice? Pues el dinero al bolsillo y ya las tendré en junio… o volveré a vender otra put. Ahora mismo tengo puts vendidas de AXA, Sanofi, BNP Paribas, Daimler, BBVA, Santander y Telefónica. También tengo calls vendidas de BNP Paribas, Bayer y Daimler.
Y esta ha sido más o menos mi evolución en el semestre. Cada vez dedico menos tiempo a la cartera, sorprendentemente poco diría yo, pero es que no lo necesita. Apunto los datos a cierre semanal en mi hoja de cálculo y poco más. Por supuesto sigo más o menos pendiente de las noticias, pero no necesito estar totalmente al día porque mi cartera no requiere decisiones inmediatas. La pena es que también dedico menos tiempo al foro y al blog, pero es que mis otras obligaciones (ociosas) también me reclaman… y no se puede estar en todo.
Saludos